España
España es el país europeo más afectado por el proceso de desertificación. Más de 10 millones de hectáreas de suelo están degradadas debido al cambio climático, la migración urbana, el envejecimiento de la población rural y los incendios forestales, y hasta un 80% del suelo está en peligro de desertificarse.
Para revertir esta situación, desde 2018, hemos plantado en España 1,6 millones de árboles -1.750 hectáreas de tierras degradadas, equivalente a 2.500 campos de fútbol-. Las plantaciones que hemos llevado a cabo, en 22 territorios de las comunidades de Castilla y León, Aragón y Cantabria, suponen la captación estimada de 400.000 toneladas de dióxido de carbono a lo largo de 40 años.
Cantabria es, junto con Castilla y León y Aragón, una de las 3 comunidades españolas en las que Land Life Company ha centrado su trabajo de repoblación de masa forestal para recuperar legado verde y salvaguardar la biodiversidad para un futuro medioambiental estable en la zona.
Nuestro primer proyecto en Cantabria fue en el año 2020, con la plantación de más de 57.000 árboles, que supone la restauración de una superficie de tierras de 69 hectáreas en el municipio Valdeolea, en la provincia de Cantabria.
Los bosques: los pulmones de la tierra
La reforestación y la restauración de terrenos degradados son una solución clave para generar un impacto climático positivo, sostenible y transparente. Los bosques reducen el CO2 de la atmósfera, pero también protegen la biodiversidad, filtran el agua de la lluvia, limpian las aguas subterráneas y revitalizan el suelo haciéndolo más fértil.
Concretamente, los árboles, llamados ‘pulmones de la tierra’, actúan como responsables de la calidad y el control del aire. No solo captan y absorben el CO2, sino también filtran y atrapan contaminantes peligrosos, como el dióxido de nitrógeno, a través de sus hojas que limpian el aire y previenen la contaminación. También mejoran la infiltración del agua, puesto que sus raíces y la vida subterránea asociada aumentan la porosidad del suelo y los pequeños vacíos entre las partículas del suelo. A su vez, esto puede ayudar a prevenir la erosión del suelo, y a reducir los daños causados por las inundaciones. Los árboles aumentan la retención de agua, ralentizan la lluvia cuando cae al suelo, y sus hojas y ramas interceptan y reducen su energía erosionadora.
El impacto positivo de la reforestación: más allá del medio ambiente
El impacto positivo que generan nuestras plantaciones va más allá de absorber carbono y revertir la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Desde Landlife buscamos diseñar bosques con propósitos múltiples: medioambientales, sociales y económicos.
Buscamos optimizar la captura de carbono pero no maximizarla. Por este motivo, diseñamos bosques que restauren el paisaje natural, ayuden a revitalizar los ecosistemas, promuevan la biodiversidad, y aporten hábitats para la fauna. Y a su vez, gracias a nuestras plantaciones, propiciamos que sean bosques más resilientes contra los cambios climáticos, enfermedades o plagas.
Además, las plantaciones que hemos llevado a cabo desde Land Life Company, tanto en Cantabria como en el resto de comunidades españolas, ayudan a generar beneficios sociales y económicos para las comunidades locales. Nuestro trabajo, en colaboración con las instituciones y entidades locales, promueve un mayor interés por los bosques, genera nuevos nichos y oportunidades de empleo en el sector rural y acelera la introducción de innovaciones técnicas para perfeccionar la calidad de las plantaciones.