Restauración forestal después de un incendio

La restauración de la naturaleza tras un incendio

¿Cómo degradan la tierra los incendios forestales?

Los incendios forestales son una de las causas más agresivas de degradación de tierras. Estos enormes y devastadores fenómenos consumen con rapidez arboledas y campos de arbustos, acaban con la biodiversidad y dañan la tierra.

El cambio climático, que afecta a todo el planeta, ha prolongado las temporadas de sequía y ha aumentado las temperaturas. Esta nueva combinación climática propicia que los incendios se extiendan más fácilmente y sean más devastadores en regiones que no se habían visto afectadas anteriormente.

• Causas naturales: en muchos ecosistemas, los incendios son un fenómeno natural esencial en los ciclos ecológicos. La causa natural más habitual son los rayos, que pueden provocar incendios en bosques secos y vulnerables.
• Actividades humanas: entre las causas más comunes se encuentran los incendios accidentales provocados por hogueras o colillas y trabajos de deforestación.
• Efectos del cambio climático: el cambio climático ha prolongado e intensificado las temporadas de sequía y ha aumentado las temperaturas, multiplicando así el riesgo de incendios y su intensidad.

Land Life tiene una gran experiencia en la restauración de tierras degradadas por incendios y otras causas, como plagas y enfermedades o el abandono rural. Cada una de estas causas presenta problemas únicos y debe abordarse de una manera diferente.

La estrategia de restauración de Land Life tras un incendio forestal

Land Life ha desarrollado estrategias a medida para rehabilitar la tierra afectada por los incendios forestales. Nuestro enfoque, que combina ciencia y experiencia práctica, tiene como objetivo reconstruir ecosistemas resilientes que dispongan de cortafuegos para reducir el riesgo de incendios.

• Antes del proyecto: primero, analizamos la zona y sus alrededores y evaluamos el daño que ha causado el fuego, su historial de incendios y las condiciones climáticas de la región. Gracias a este análisis, podemos determinar las especies que resistirán sin ningún tipo de problema.
• Durante la plantación: en las zonas con mayor riesgo de incendio, creamos bosques de baja densidad compuestos por diferentes especies de árboles autóctonos resilientes. Además, aumentamos la resiliencia del terreno al considerar su integración en el paisaje general, como las carreteras, los cortafuegos y las zonas de amortiguación de incendios (plantamos, por ejemplo, especies resistentes al fuego).
• Conservación y gestión forestal: los incendios son más intensos en bosques en crecimiento porque suelen presentar una mayor cantidad de combustibles en escalera y de biomasa (tanto viva como muerta). Para evitarlos, es fundamental disponer de un sistema de gestión forestal. La conservación de los cortafuegos, el aclareo forestal y la quema controlada reducen también el riesgo de incendio.